En
las postrimerías del siglo XIX, Tuxpan vivía el esplendor de su progreso marítimo
y fluvial; el comercio local y regional se realizaba fundamentalmente por las
vías marítimas, ya que no existía comunicación terrestre con el altiplano, ni
el norte o el sur de la entidad. Las mercaderías llegaban periódicamente del
valle de México por los caminos de herradura de la sierra poblana; sin embargo,
eran los balandros, los pailebotes y los barcos de pequeño tonelaje los que
hacían el principal comercio desde los puertos del golfo, e incluso del este
americano con nuestro pequeño puerto, que por aquella época contaba con casi 5
mil habitantes, la mayoría de origen campesino e indígena, aunque los principales
comercios y casas navieras de consignación de buques estaban en manos de
españoles y otros europeos. Existían consulados de Estados Unidos, de Rusia,
España y Francia. Se iniciaba la época moderna de México con la llegada al
poder de Porfirio Díaz que, un año antes de lo que a continuación vamos a
narrar, había visitado nuestra ciudad.
La calle principal, aunque ya no existía el tren urbano en la fecha que se tomó la foto, se pueden apreciar aún los rieles. |
El
gobierno del estado emitió el decreto número 169 con fecha 2 de agosto de 1882
cuyo texto es el siguiente:
“La
H. Legislatura del Estado Libre y Soberano de Veracruz - Llave decreta en
nombre del pueblo:
Articulo 1º.- Queda exenta de toda contribución
municipal y del Estado DURANTE CINCUENTA
AÑOS, el ferrocarril que construiría en la ciudad de Tuxpan (sic) los señores B. Arteaga y P. Basañez.
Articulo 2º.- Durante el mismo tiempo serán
libre de todo derecho, los materiales que se introduzcan
a la localidad expresada, para la construcción y conservación de la vía. Dada en el salón de sesiones de la
H. Legislatura. Orizaba, agosto 2 de 1882. L . Rincón,
Diputado Presidente, Manuel A. Arcos, Diputado Secretario”
De
esta manera, la concesión fue aprobada y para entonces las acciones se estaban
colocando entre los inversionistas tuxpeños desde el mes de julio del mismo año
y así una soleada mañana de un domingo en 1882, se llevó a cabo la ceremonia de
inauguración del famoso tranvía de mulitas, cuya ruta se iniciaba en la
Plazuela de la Rivera (frente al río en lo que hoy es la esquina de Genaro
Rodríguez y Blvd. Reyes Heroles) doblaba
por la antigua Av. Juárez, que sigue siendo la calle principal y continuaba
cruzando el puente de Tenechaco para terminar frente al gran edificio de piedra
de Don Pedro Basañez que hoy después de restaurado alberga a un restaurant.
Fue
precisamente el ex alcalde de la ciudad Don José G. Sedano, quien a su vez era
el tesorero de la sociedad anónima, propietaria del Ferrocarril Urbano de
Tuxpan, el que cortó el listón para ofrecer a la sociedad porteña el inicio de
un transporte de pasajeros que comunicaba al corazón de la ciudad con la parte
norte de la misma cruzando el estero de Tenechaco que en esa época tenía un
rústico puente de madera.
Viñeta de E. Guzmán. |
Tengo
en mis manos una de las acciones emitidas por la Compañía del Ferrocarril
Urbano de Tuxpan, en ella se aprecia una figura de arco en la cual se lee y
admira lo siguiente: “Ferrocarril Urbano de la Ciudad de Tuxpan”; sigue un
dibujo de la unidad que hacía el
servicio sobre rieles. Abajo están pegadas 4 estampillas oficiales, una de un
centavo y tres de tres centavos; al lado izquierdo de la estampilla superior se
lee: No. 1 y al derecho, 20 acciones. Enseguida: Capital Social $ 20,000.00 en
acciones de $ 5. 00 y a la derecha está escrito con tinta, la cantidad de $
100.00. Continúa con el texto: los suscritos Presidente y Tesorero del
Ferrocarril Urbano de la Ciudad de Tuxpan, certificamos que don Pedro Basañez
tiene derecho a veinte acciones del expresado ferrocarril que serán
transferibles en los términos que establece la cláusula decimo cuarta del
contrato respectivo el 20 de julio del año de 1882 y para resguardo del
interesado y demás usos a que por estricto derecho haya lugar, expedimos el
presente certificado que firmamos para constancia. Tuxpan a 4 de noviembre de
1882. El presidente (firma ilegible), el Tesorero José C. Sedano. Al final de
este certificado se expresa el espíritu de la cláusula 14a. del contrato.
Acción del Ferrocarril Urbano |
¿Cuánto
costaba el pasaje? lo más probable es que fueran 5 centavos, no sabemos la fecha en que este curioso medio de
trasporte desapareció del horizonte histórico de la ciudad. Suponemos que para
comienzos del siglo XX ya no transitaba, porque en el libro “A la orilla de
este río” del poeta y diplomático
tuxpeño (por adopción) Manuel Maples Arce, para nada lo menciona. En los
primeros capítulos habla de sus recuerdos más remotos de 1903 a 1908 y en ellos no se narra que lo haya
siquiera conocido. Igualmente en el “Opúsculo” del Lic. Rafael Sánchez Escobar
en el que hace una vivida memoria de la
sociedad tuxpeña de comienzos del siglo citado, habla sobre el tranvía sin mencionar en qué fecha desapareció.
Los
tuxpeños debemos saber, que siempre hemos tenido hombres entusiastas,
visionarios del progreso para la ciudad, como don Pedro Basañez, toda una
personalidad a finales del siglo XIX. Dejó
una huella perdurable en la historia de nuestra ciudad…
REFERENCIAS:
1.
Deschamps P Luis. (2006). Zamora Sánchez O.
Entrevistador Tuxpan Ver.
Esta nota se me hizo muy interesante y de alto valor....Sinceramente me gustaria que fuese ampliada con mas detalles...Yo soy asiduo fan de los tranvias y del ferrocarril en general...y saber esto que una de las ciudades que mas me gustan fue la verdad Impactante....Buena nota y felicidades...
ResponderEliminarPues parece que ésta era una preferencia de familia. En 1853, en Montevideo, Uruguay, don Tomás Basañez, nativo del referido país pero hijo de Manuel Basañez, nacido en Bilbao en 1763, España, también impalnta el primer transway de mulas uniendo el centro de Montevideo al barrio La Union... Coincidencias de la familia, abrazos
ResponderEliminar